domingo, 28 de octubre de 2007

Los vikingos en América: Gudrid, la primera mujer en América



Los vikingos en América: Gudrid, la primera mujer en América
Gudrid. La primera mujer en América


La participación de la mujer en la historia de los viajes de exploración está todavía por escribirse. Las mujeres vikingas fueron pioneras a la hora de acompañar a los hombres en sus numerosos viajes. Pero su labor no fue secundaria, mujeres como Gudrid o Freydis, hija natural de Eric el Rojo, aportaron su audacia a la empresa exploradora de América

En el año 986, Bjarni Herjolfsson se dirigía de Noruega a Islandia con su barco repleto de mercancías, pero al llegar a la isla, se enteró de que su padre había abandonado sus tierras para dirigirse a la recién colonizada Groenlandia. Bjarni retomó un nuevo rumbo y, sin conocimientos previos, se lanzó a la búsqueda de su familia. Al cabo de una singladura divisaron unas tierras extrañas, poco montañosas y primordialmente forestales. Sin tomar tierra siguió navegando con viento suroeste hasta que logró recalar en Groenlandia.
De una manera casual, Bjarni había descubierto un nuevo continente. En la Groendanlinga Saga se ha conservado el testimonio de este vikingo, que no quiso ser el primero en poner el pie sobre América. No tardó mucho en narrar su asombroso viaje y su inesperado descubrimiento a Erik el Rojo. Leif, hijo de Erik el Rojo, compró a Bjarni su nave y con una tripulación de treinta y cinco hombres se dirigió a las nuevas tierras. La primera costa descubierta fue bautizada con el nombre de Markland, “tierra de bosques”. Los hombres de Leif se internaron por un río hasta un lago y permanecieron allí un invierno. Tras el descubrimiento de viñas y uvas, Leif denominó a aquellas tierras Vinlandia, Tierra de Vino.
En el viaje de regreso, Leif encontró a unos hombres perdidos sobre unos arrecifes. El jefe de los náufragos se presentó como Thoir, junto al viajaban quince hombres y una mujer, su esposa Gudrid. Una grave enfermedad diezmó aquel invierno a Thoir y a sus hombres, costándole la vida al propio Erik el Rojo.
Thorvald, hermano de Leif, decidió emprender una nueva expedición con treinta hombres. Thorvald tuvo el primer encuentro con los habitantes de Vinlandia y tras un enfrentamiento murió en las tierras recién descubiertas.
Otro de los hermanos de Leif, Thorstein Eriksjord, había tomado por esposa a la viuda Gudrid. Tras la muerte de su hermano Thorvald, Thorstein decidió ir en busca de su cuerpo. Tomó una nueva tripulación y junto a Gudrid navegó hacia Vinlandia. En el viaje sufrieron todo tipo de contratiempos y, tras varias jornadas en el mar, apenas habían bordeado la zona occidental de Groenlandia. Volvieron a la costa e intentaron comprar provisiones. Fueron recibidos por Thorstein el Negro, que les ofreció su casa y comida. Pero una nueva plaga diezmó a la expedición y fallecieron muchos de los hombres y Grimhild, la esposa de Thorstein el Negro. El marido de Gudrid, Thorstein Eriksjord, también cayó enfermo y murió.
En la Groendanlinga Saga se narra como su segundo marido, Thorstein Eriksjord, profetizó el futuro de es esposa y su viaje a Roma. Este breve relato nos muestra la importancia de Gudrid en la Groendanlinga Saga.
Gudrid regresó a Groenlandia junto a la familia de su esposo sin haber conseguido el propósito de viajar a Vinlandia. Leif la acogió en su casa y la protegió. Aquel mismo verano, el capitán de una nave Noruega recaló en Groenlandia y se quedó prendado de la belleza de las dos veces vida Gudrid. Thorfinn Karselfni, que así se llamaba el pretendiente, se prometió con Gudrid y se casaron al invierno siguiente. Al llegar el buen tiempo, Karselfni se hizo cargo de una nueva expedición a Vinlandia. Con una tripulación de sesenta hombres y cinco mujeres, entre las que estaba Gudrid, salieron rumbo a las “nuevas tierras”.
Tras una larga travesía llegaron a Vinlandia y después del invierno entraron en contacto con los habitantes de las “nuevas tierras”. Al principio mantuvieron una cordial relación comercial con ellos, pero los vikingos, temerosos de los indígenas, construyeron una empalizada. Aquel verano, Gudrid dio a luz a su hijo Snorri, el primer europeo nacido en América.

En la segunda visita de los indígenas surgieron problemas y los vikingos tuvieron que enfrentarse a ellos. En la primavera abandonaron Vinlandia y se dirigieron a Noruega, para escapar de los ataques de los indígenas. Tras una breve estancia en Noruega, Karselfni y su esposa Gudrid se instalaron en Islandia. Allí nos narra la Groendanlinga Saga que tuvieron un gran número de hijos. Tras la muerte de Karselfni, Gudrid y su primogénito se hicieron cargo de las tierras. Snorri se casó y Gudrid realizó un viaje de peregrinación a Roma. Después de se regreso, Gudrid se ordenó monja de clausura y murió en Islandia.
De su hijo Snorri son originarios buena parte de los obispos de la isla como es el caso del obispo Brand o el obispo Thorlak.
El relato de la vida de Gudrid y su primer viaje a América no se recoge tan sólo en la Groendanlinga Saga. En la Eríks Saga Rauda, donde se narra la historia de Erik el Rojo y sus descendientes, se menciona en varias ocasiones a Gudrid, describiéndola como”una mujer hermosa que se distinguía en todo lo que hacía y era”. La Eríks Saga Rauda describe además los primeros años de Gudrid y la boda con su primer marido. Al mismo tiempo se relata la conversión al cristianismo de Gudrid, al referirse a un episodio en el que ésta tuvo que deshacer un conjuro en contra de su voluntad. Al final de la Eríks Saga Rauda el autor aporta una genealogía en la que se incluye él mismo.
La Hauksbók Saga narra la vida de Karselfni y Gudrid y su primer viaje a América. En esta saga se habla de otra mujer principal que viajó con ellos, Freydis, mujer de Thorvard e hija natural de Erik el Rojo. En una segunda expedición Freydis viajó a Vinlandia junto a su esposo y dos capitanes de Karselfni. Acordaron llevar dos barcos con treinta hombres cada uno y varias mujeres, pero Freydis ocultó a sus socios que llevaba cinco hombres ocultos. Una vez en Vinlandia, engañó a su marido y le hizo creer que los dos capitanes habían intentando abusar de ella. Thorvard y sus hombres masacraron a los tripulantes del otro barco, pero no se atrevieron a tocar a las mujeres. Freydis, como no quería testigos de su crimen, mató con sus propias manos a todas ellas. De esta manera, la hija de Erik el Rojo se quedó con la carga de los dos barcos.
La historia de Gudrid y Freydis nos muestra como la mujer tuvo un papel activo en la expedición y descubrimiento de América. Gudrid fue admirada por generaciones de islandeses y groenlandeses que narraban sus hazañas y su viaje de peregrinación a Roma. La perfidia de Freydis, su astucia y arrogancia, nos muestra una mujer muy alejada de los estereotipos de esposa y madre. Dos mujeres que tan sólo son una ejemplo del aporte femíneo al descubrimiento y colonización del mundo.

Mario Escobar Golderos, licenciado en Historia, Diplomado en Estudios Avanzados y escritor.
CUADRO: Viaje de Gudrid a Roma.
Durante décadas se ha discutido sobre la verosimilitud del viaje de peregrinación de Gudrid a Roma. Los viajes de los pueblos nórdicos por el mediterráneo fueron numerosos y las peregrinaciones no eran algo tan extraño, como en el caso de Bjorn Einarsson Josanalfari, que viajó a Jerusalén en el siglo XIV. La mayor parte de los historiadores modernos dan credibilidad a este hecho (Eben Norton Horsford, Leclercq, Gravier, entre otros). Gudrid visitó Roma en una época turbulenta, a principios del siglo XI, cuando los Otones enfrentados a los bizantinos ponían y quitaban papas a su antojo. El Papa Benedicto VIII debió recibirla en su corte en el año 1011, y con toda probabilidad Gudrid le describió las “nuevas tierras” descubiertas.

Publicado por marioescobar @ 10:55 | Artículos del autor | 0 Comentarios | Enviar

No hay comentarios: