viernes, 9 de noviembre de 2007

Crítica Literaria Regina Irae: El Mesías Ario

El Mesias Ario, de Mario Escobar
El Mesias Ario
Mario Escobar
Editorial Factoría de Ideas
380 pp



Argumento:

1914. Tres profesores extranjeros que aparentemente no tienen relación entre sí, aparecen con horribles automutilaciones en las salas de la Biblioteca Nacional. Los agentes Hércules Guzmán Fox y George Lincoln, acompañados por la joven Alicia Mantorella, se verán obligados a desentrañar un enigma mucho más grande de lo que parecía al principio (revelado a través de un libro escrito por Vasco Da Gama, donde se nombra a un cuarto Rey Mago y la posibilidad de un futuro Mesías Ario), y para ello recorrerán varias ciudades europeas, evitando a peligrosos terroristas, sectarios, espías, etc..., con el telón de fondo de los acontecimientos políticos que precipitaron el inicio de la I Guerra Mundial.


Comentario:

En el segundo libro de Mario Escobar, autor de "Conspiración Maine", podemos apreciar una sustancial mejora en cuanto al uso de las estructuras narrativas y los recursos literarios. Lo que en el libro anterior se apuntaba, aquí ya está plenamente desarrollado, con una mejor planificación de escenas y de la trama, que configura una novela de género de ritmo sostenido y con la inclusión de giros dramáticos que acrecientan el interés. Por ejemplo, cuando se descubre que cierta conclusión a la que habían llegado no era lo que todos creían, y eso produce un vuelco en la investigación.

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http://reginairae.blogcindario.com/2007/11/00462-el-mesias-ario-de-mario-escobar.html

viernes, 2 de noviembre de 2007

ADOLF HITLER Y SUS AÑOS OCULTOS

ADOLF HITLER Y SUS AÑOS OCULTOS
Mario Escobar Golderos



La biografía de Adolf Hitler no puede entenderse sin conocer los años que pasó en Viena. Los difíciles años de vagabundo, pintor y mendigo formaron el carácter, las ideas y la voluntad de uno de los personajes más importantes del siglo XX.

Se ha especulado mucho sobre los años que pasó Adolf Hitler en Viena y Munich. La mayoría de sus biógrafos han pasado por alto esta etapa de su vida o se han limitado a reproducir los comentarios de Mein Kampf y algunos testimonios sueltos de personas que le trataron en aquel periodo. Pero, ¿Qué influencia tuvo aquel periodo en su formación política? ¿Fueron estos años determinantes para crear en él los prejuicios antisemitas y su idea de raza? ¿Tuvo Hitler algún tipo de tutor? ¿Perteneció a algún grupo o sociedad secreta?

El Imperio del racismo

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A comienzos del siglo XX Viena era mucho más que la capital del Imperio austrohúngaro. La ciudad vivía uno de sus mejores momentos económicos y culturales. Los Habsburgo reinaban sobre el mayor imperio europeo y su capital constituía el centro cultural, económico y científico que vertebraba a un gran número de razas y pueblos. A pesar de todo, la vetusta ciudad que conoció el joven Hitler, era una urbe meramente alemana.
En los cafés vieneses se construía el pensamiento, el arte y la ciencia del incipiente siglo XX. En las mesas del café Griensteidl, escritores como Arthur Schnitzler o Hugo von Hofmannsthal discutían sobre las últimas ideas filosóficas con personajes como Theodor Herzl, padre del sionismo moderno. Sigmund Freud sorprendía con sus innovadoras teorías sobre el subconsciente y su famoso método psicoanalista. La influencia de los judíos se podía ver en cada área de la sociedad vienesa. En la ciudad había una de las mayores comunidades judías de Europa, con casi 150.000 miembros. Frente a este grupo de escritores de carácter cosmopolita, algunos pensadores y políticos austriacos defendían las ideas más aberrantes sobre las razas y el odio visceral hacia los judíos. Uno de los pensadores antisemitas era Otto Weininger, de origen judío, pero con un odio visceral hacia su pueblo, sorprendió a los intelectuales austriacos con sus escritos antisemitas y misóginos.

Las ideas antisemitas infectaban la política de la Viena que piso Hitler en 1907. Políticos como Georg Ritter von Schönerer y Karl Lueger adoptaron en sus programas la lucha antisemita y la vuelta a la pureza racial. El ambiente político y social comenzaba a enrarecerse con todo tipo de periódicos y grupos racistas que pretendían aplicar las teorías darwinianas hasta sus últimas consecuencias. En este ambiente surgieron numerosas organizaciones que pretendían devolver la pureza a la raza aria.
En 1905 fue fundada la Sociedad Alemana para la Higiene Racial, y en 1907 la Sociedad de Enseñanza Eugenésica de Inglaterra. En los Estados Unidos y en Francia se crearon sociedades similares. En el terreno científico las ideas de superioridad e inferioridad de las razas triunfaban. Francis Gakton, primo de Charles Darwin, publicó un artículo en el Journal of Sociology, en el que defendía que las razas eran humanas podían estudiarse medir su supuesta superioridad o inferioridad racial. El Darwinismo Social comenzó a gestar una interpretación extrema de las teorías evolutivas y las aplicó a la sociología, dando la coartada perfecta para justificar científicamente el racismo y el exterminio de pueblos enteros.

Adolf Hitler y su sueño de ser artista

El joven Hitler se adentró cargado de sueños en la monumental y fría Viena de comienzos del siglo XX. Era apenas un muchacho de diecisiete años, proveniente de una familia de clase media baja. Su padre, Alois Hitler, un sencillo inspector de aduanas, había logrado reunir una pequeña renta que le permitió vivir holgadamente los últimos años de su vida. Su madre era Clara Pölzl, un ama de casa amorosa y volcada en sus hijos, especialmente en Adolf. Una hermanastra, Ángela y su hermana Paula, eran las supervivientes de un gran número de hijos malogrados en los tres matrimonios de Alois. La aparente armonía de la casa de los Hitler que el propio Adolf Hitler nos narra en su famoso libro Mi Lucha, no tiene nada que ver con la realidad. Un padre arisco y distante, con una mentalidad rígida y autoritaria, inculcó en su hijo impresiones contrapuestas. Su madre, Clara, mimó al niño intentando preservarle de cualquier tipo de frustración. Cuando Adolf expuso a su familia su deseo de convertirse en pintor y estudiar en Viena, su padre se opuso tajantemente. Su hijo debía ser funcionario imperial como él, no había lugar para los artistas en su familia.

Dos años después, en 1905, Clara había enviudado y la familia dejó la granja en la que habían vivido en los últimos años para trasladarse a la próxima ciudad de Linz. Allí Adolf fracasó en sus estudios y en 1907, con la ayuda de su madre, viajó a Viena con la intención de entrar en la Academia de Bellas Artes. Adolf había conocido la ciudad unos meses antes, en el verano de 1906, cuando había recorrido los museos y la opera de la ciudad, como un turista más. Ahora su intención era quedarse y convertirse en pintor de renombre. En octubre de 1907 fracasó en su primer intento de ingresar en la Academia y los examinadores le aconsejaron que probara fortuna en la Academia de Arquitectura.
Adolf no era un muchacho que se desanimase con facilidad. Convenció a su amigo August Kubizek para que viviera con él en Viena y así compartir gastos y sueños hasta conseguir convertirse el uno en pintor y el otro en músico.
Clara enfermó gravemente y pidió a su hijo en numerosas ocasiones que regresara para verla, pero Adolf estaba muy ocupado descubriendo una de las ciudades más bellas y cosmopolitas de Europa y sólo volvió a su casa para asistir a las últimas horas de su madre y al funeral. Arregló los papeles de la herencia en Linz y regresó a Viena en febrero de 1908.

Los dos jóvenes soñadores vivían en una pequeña habitación en la calle Stumpergasse, cerca de la Estación Oeste y, mientras August practicaba con sus instrumentos, Adolf se dedicaba a visitar las bibliotecas públicas y a esbozar fantásticas remodelaciones de Linz y de Viena. Los dos estudiantes eran aficionados a la opera y veían casi todos los estrenos. Adolf y su amigo se atrevieron a componer una opera juntos titulada Wieland el forjador. En julio de 1908 August abandonó Viena para pasar el verano con su familia y Adolf se quedó en la ciudad.
Cuando August regresó en octubre a la ciudad, Adolf había desaparecido sin dejar rastro. Algunos biógrafos justifican esta desaparición como un intento de evitar las preguntas de su amigo, al enterarse de su segundo fracaso en el intento de ingresar en la Academia de Bellas Artes, aunque con casi total seguridad, Adolf huía de sus deudas y del servicio militar austriaco.
La pista de Adolf Hitler se pierde durante cuatro años, desde 1909 a 1913. En su libro Mi Lucha, apenas los resume con estas palabras: Cinco largos años en cuyo transcurso trabajé primero como peón y luego como pequeño pintor, para ganar el miserable sustento diario, tan verdaderamente miserable que nunca alcanzaba a mitigar el hambre; el hambre, mi más fiel guardián que casi nunca me abandonaba, compartiendo conmigo inexorable todas las circunstancias de mi vida. Si compraba un libro, exigía su tributo; adquirir una entrada para la ópera, significaba también días de privación. ¡Qué constante era la lucha con tan despiadado compañero! Sin embargo, en ese tiempo aprendí más que en cualquier otra época de mi vida. Además de mi trabajo y de las raras visitas a la ópera, realizadas a costa del sacrificio del estómago, mi único placer lo constituía la lectura. Mis libros me deleitaban. Leía mucho y concienzudamente en todas mis horas de descanso. Así pude en pocos años cimentar los fundamentos de una preparación intelectual de la cual hoy mismo me sirvo. Pero hay algo más que todo eso: En aquellos tiempos me formé un concepto del mundo, concepto que constituyó la base granítica de mi proceder de esa época. A mis experiencias y conocimientos adquiridos entonces, poco tuve que añadir después; nada fue necesario modificar.
La importancia que Adolf Hitler da a esta etapa de su vida contrasta con la poca información que facilita sobre ella. ¿Qué leyó Adolf Hitler en aquellos años? ¿Tuvo amigos? ¿Perteneció a algún grupo o se limitó a ser un paria más en la dura y despiadada Viena de principios del siglo XX?



Los años oscuros de Hitler

A pesar de la pobreza en la que vivió Hitler en Viena, logró cierta estabilidad y un lugar donde dormir. En 1909 y 1910, Hitler nos dice en su libro que su situación mejoró y no tuvo que trabajar como obrero para ganarse la vida. Esta declaración contrata con las investigaciones del biógrafo de Hitler, Honrad Heiden, que describe como Adolf tuvo que abandonar su habitación en el otoño de 1909 por falta de pago y dormir en albergues y en la calle durante el crudo invierno de ese año. Pasó por el albergue situado en las proximidades de Meidling a la residencia de varones de la calle Meldemann, cerca del Danubio.

En el aquel periodo oscuro de su vida, un mendigo de Bohemia llamado Reinhold Hanisch fue su socio en la venta de pinturas de paisajes para turistas. Pero la sociedad duró poco y Adolf terminó denunciando a su amigo por estafa y rompiendo la sociedad que habían creado. Hanisch describe a Adolf Hitler de la siguiente manera: el primer día se sentó junto a la cama que me había sido asignada un hombre que sólo llevaba encima unos pantalones viejos: Hitler estaba despiojando sus ropas, pues había vagado días enteros sin encontrar un techo que le acogiera, encontrándose en pésimas condiciones.
El aspecto de Hitler no podía ser más patético. Vestía siempre un abrigo negro, muy viejo que le había regalado un mendigo judío. Llevaba siempre un sombrero derby que le tapaba en parte su cara delgada y barbuda. Hanisch también habla de la pereza y soledad de Adolf, que parecía siempre perdido en pensamientos y ensoñaciones. En aquella época también leía muchísimo y pasaba las horas muertas en las bibliotecas públicas. Sus lecturas eran numerosas y desordenadas: La Roma antigua, las religiones orientales, el yoga, el ocultismo, el hipnotismo, la astrología, el protestantismo y libros sobre la historia de Alemania.
Las lecturas de Hitler eran muy variadas. Aunque no sabemos los títulos concretos que leyó en aquellos años. En los capítulos dedicados en Mi Lucha a su vida en Viena habla del pangermanismo y del partido Critiano -Social, de profundas ideas antisemitas.
El pangermanismo perseguía la unión política y económica de todos los pueblos de origen alemán. Desde el principio, el pangermanismo se opuso a la visión del grupo de la “Joven Alemania ”. Los pangermanistas se unieron al principio en la “Liga de la Virtud”. La asociación fue constituida por oficiales y funcionarios prusianos en 1808. Los alemanes querían recuperar el honor perdido frente a Napoleón y construir un imperio alemán. Por ello, utilizaron esta y otras organizaciones patrióticas para combatir la invasión napoleónica. Fichte en su Discurso a la nación alemana, ponías las bases de algunas de sus doctrinas fundamentales como la misión espiritual y moral de Alemania y la dominación de lo germano sobre el mundo entero.
La unidad alemana se hizo a espaldas de Austria, ya que muchos estados alemanes desconfiaban de una mayoría católica en Alemania. Por ello Alemania se unió bajo el férreo control de Prusia.
Hitler debió de leer algunas de las publicaciones pangermanas como la Alldeutscher Verbena, que pertenecía a la Liga Pangermanista. Algunos de los políticos de los que Adolf habla en Mi Lucha, como Kart Lueger o Georg von Schönerer, llegaron a profesar las teorías pangermanistas y antisemitas. El heredero al trono austriaco Rodolfo de Habsburgo se oponía a esta visión germana del Imperio austrohúngaro y, algunos quisieron ver en su suicidio y el de su amante, una conspiración pangermanista.
Los pangermanistas tenían varias obras que consideraban un anticipo de sus ideas racistas y expansionistas. Algunas de ellas circulaban en la Viena en la que Hitler vivió. Entre ellas destacaban las siguientes: Profecía del monje Hermann, el Gamaleon o La Profecía de Maguncia son sólo algunos de los libros que profetizaban el advenimiento de un a época gloriosa para lo germano y lo ario. De todos estos temas se hablaba en una revista pangermánica llamada Ostara a la que accedió Hitler desde las bibliotecas públicas de Viena. Incluso copió de una de sus portadas la que años más tarde sería la bandera del partido nazi.
Las influencias del pangermanismo en el pensamiento de Adolf Hitler son claras, pero ¿Hitler tuvo relación con alguno de los grupos pangermanistas más extremos? ¿Perteneció a alguna de las sociedades secretas que poblaban la sociedad vienesa y muniquesa?



La Ariosofía y sus ramas

El pangermanismo tenía una vertiente mística y seudo-religiosa además de su vertiente cultural y política. La Ariosofía, una rama alemana de la Teosofía , se extendió con rapidez por algunas de las ciudades de Alemania y Austria. La fundadora de la Teosofía, Madame Blavatsky, defendía en su famoso libro La doctrina secreta una visión del pasado que coincidía con algunos principio pangermanos y con la vuelta de muchos alemanes a las viejas leyendas arias. La Teosofía hablaba de la existencia de cuatro razas principales, predecesoras de la actual. La cuarta raza sería la de los arios y habría habitado en la legendaria Atlántida.
Uno de los seguidores de estas ideas descabelladas fue Guido von List. Von List era muy conocido entre la clase alta de Viena, por su pasión por el pasado ario y sus novelas. Fundó en la ciudad la Sociedad List y se cree que dentro de ella operaba una sociedad secreta denominada Armanenschafft. El historiador George L. Mosse en su libro Nazi Cultura, Intellectual, Cultural and Social Life in the Third Reich habla de la influencia de los estudios de Von List en algunas de las ideas políticas de Hitler. Según nos cuenta Mosse, algunas de estas ideas Adolf Hitler las sacó del libro El secreto de las runas. Von List comenzó a hacerse famoso en Austria por sus novelas plagadas de ideologías ocultistas. Además, Von List fue el primer ario que utilizó la esvástica como símbolo de su organización . Entre sus miembros había importantes industriales y uno de ellos era el famoso alcalde de Viena, Kart Lueger. A la Sociedad List, se le superponía otra de carácter más hermético denominada Armanenschafft. La primera reunión de esta organización se hizo en 1911, época en la que Hitler estaba en Viena. Aunque los supuestos antecedentes judíos de Hitler le hubieran dificultado ingresar en esta sociedad.
A pesar de copiar algunas ideas de List, Adolf Hitler despreció algunas de sus teorías en su libro Mi Lucha, cuando afirma: las características de estas criaturas que sueñan con antiguos héroes germanos, con las tinieblas de la prehistoria, con hachas de piedra de Ger y con escudos. Son en realidad los peores cobardes que uno puede imaginar…He aprendido a conocer demasiado bien a esta gente para que su miserable comedia no me inspire el asco más profundo. Las duras palabras hacia estos grupos de lo que sacó muchas de sus teorías y su parafernalia aria son sorprendentes. ¿Tuvo algún contacto Hitler con el grupo de von List? ¿Pudo ser rechazado por su origen humilde en el exclusivo grupo ariosófico?

Una de las cosas que sí parece demostrada es que Adolf Hitler tuvo relación con un misterioso librero llamado Ernst Pretzsche. En la librería de Pretzsche podían encontrarse libros sobre seudo-historia y esoterismo. Al parecer Adolf Hitler compraba y vendía sus viejos libros en aquella vieja librería. Ernst Pretzsche era un seguido de von List y se cree que pertenecía a su sociedad secreta. El librero pudo adoctrinar o por lo menos aconsejar algunas lecturas al joven Hitler. Lo que no podemos aventurar es si llegó a integrarle en el grupo de Von List.
La influencia de la revista Ostara, el und Mannesrechtler de Blonden del der de Briefbücherei , a la que ya hemos hecho mención, en el pensamiento de Adolf Hitler parece demostrada. Su fundador, el ex monje cisterciense Lanz von Liebenfels . Había escrito un año antes un libro en el que planteaba su teoría llamada Teozoología. Sus ideas tuvieron muy buena acogida entre los grupos de ideología aria.
Hitler estaba informado de todas estas ideas y teorías ya que leía dicha revista , al igual que casi 100.000 alemanes, interesados en la ariosofía y lectores de Ostara
Von Liebenfels, el fundador de la revista, creo en 1907 la Orden del Nuevo Temple. En dicha orden participaron personas destacadas de la sociedad. Su implantación en la ciudad de Munich y el hecho de que muchos de los futuros miembros del Partido Nazi pertenecieran a dicha organización ha producido toda clase de especulaciones. ¿Pudo Hitler pertenecer a dicha Orden mientras residió en Munich?

Los años felices de Munich

Se cree que Hitler abandonó Viena en la primavera de 1913. La mayoría de los historiadores piensan que huyendo del servicio militar. Durante su breve etapa en Munich hasta el estallido de la 1ª Guerra Mundial vive de sus cuadros. Tras su llegada es acogido en la casa de la familia Popp como huésped. Hitler en su autobiografía tan sólo nos narra que viajó a Alemania escapando de la angustiosa y decadente Austria. Hitler afirmó siempre que había viajado a Munich antes de la fecha oficial de su partida, en la primavera de 1912, pero en los informes de la policía de Viena consta su residencia en la ciudad hasta mayo de 1913.
Hitler considera a este periodo uno de los más felices de su vida. Sigue viviendo de la venta de cuadros e investigando todo tipo de temas en bibliotecas públicas. Pero poco tiempo después es descubierto por el gobierno de Austria y requerido para el servicio militar. A primeros de 1914 recibe un aviso que le ordena que se presente en Linz, pero Hitler alega que debido a su falto de recursos no puede hace el viaje y solicita permiso para acudir a la más próxima oficina de Salzburgo. Tras pasar la prueba médica del ejército no es admitido por su delicada salud y queda exento del servicio.
A primeros de agosto ya está en Munich, ya que es fotografiado por casualidad en la Odeonplatz el 1 de agosto de 1914, cuando Alemania declara la guerra. Dos días más tarde solicitará el ingreso en el ejército alemán. Poco después, su petición será aceptada e ingresará en el 16º Regimiento de Infantería.
Hasta aquí lo que siempre se ha sabido sobre la estancia de Hitler en Munich. Pero, ¿Qué hizo durante un año en la ciudad? ¿Qué personas visitó? ¿Tuvo nuevos contactos con sociedades arias?
Al parecer su primera estancia fue breve y no llegó a integrarse en ningún movimiento. Tras marchar al frente y distinguirse como correo del ejército, recibirá varia condecoraciones hasta conseguir la Cruz de Hierro de 1ª Clase. Tras ser herido en la pierna será ascendido a cabo y, tras un breve periodo en Berlín regresará al frente. En 1918 será alcanzado por una bomba de gas y sufrirá una ceguera que le devolverá al hospital. Allí se enterará del armisticio y decidirá permanecer por un tiempo en el ejército.
A petición de sus oficiales entró en el servicio como bildungoffizier e investigó algunas de las minúsculas organizaciones que pululaban por la violenta Baviera de 1919 y 1920.
En una de sus investigaciones oficiales conoció como el Comité de Obreros Independientes y fundado en marzo de 1918 por Anton Drexler. El pequeño partido apenas tenía unos cuarenta miembros y solía reunirse en los sótanos de las cervecerías de la ciudad. Al poco tiempo se inscribió como miembro y comenzó a dar mítines políticos.
A principios de 1920, Hitler se hizo cargo de la propaganda del partido. Poco después, el partido se renombraría como un partido Austriaco con el que tenían relación, el DNSAP (Partido Nacional Socialista de Obreros Alemanes).
Hitler encontró desde el principio alguna oposición a su desmedida ansia de poder, pero también halló algunos aliados dentro del partido. Uno de los más destacados fue el mayor Röhm. Miembro del estado mayor de la comandancia del ejército en el destrito de Munich.
Röhm tenía una estrecha relación con sus camaradas de los Freikorps, unos grupos paramilitares de extrema derecha, a los que animó a unirse al partido. Curiosamente Röhm y algunos de los miembros más influyentes del partido pertenecían a una organización llamada Sociedad Thule.
En Munich, la Sociedad Thule fue fundada el 25 de diciembre de 1917 por Rudolf von Sebottendorff, un ocultista alemán. En Munich se creó una organización paralela llamada Germanenorden. Theodor Fritsch viajó en enero de 1918 con la intención de extender la orden. Fritsch incorporó entre los símbolos de la organización la cruz gamada. Símbolo adoptado después por el partido nazi. En 1918 los miembros de la Sociedad Thule en Baviera eran unos mil quinientos. Uno de los miembros más significados y que influiría en el joven cabo Hitler fue Dietrich Eckhart, escritor y periodista de éxito. Amigo de Sebottendorff, escribió un libro que influyó mucho a los primeros nacionalsocialistas, Auf gut Deutsch . En el libro, Eckart criticaba la rendición alemana, pero también hablaba de temas raciales y de los peligros de mezclarse con los judíos.
Algunos autores piensan que Eckart fue uno de los tutores del joven Hitler. Le enseñó a hablar en público y sobre todo a como desarrollar la autoconfianza. Hitler reconoció la influencia de este hombre dedicándole su libro Mein Kampf .
Las últimas palabras de Eckart antes de morir fueron: Sigan a Hitler. ¡Bailará! Pero fui yo quien escribió la música…Nosotros le dimos los medios de comunicarse con Ellos. No me extrañen; habré influido en la historia más que cualquier alemán… ” .
Según las palabras de Eckart, su influencia sobre Hitler fue determinante, incluso a nivel “espiritual”. Aunque parezca increíble desde el punto de vista racional, Hitler habló en numerosas ocasiones sobre sus experiencias paranormales.
Rudolf Hess, uno de los hombres más importantes del nazismo y mano derecha de Hitler, pudo perteneció a la Orden de los Nuevos Templarios, aunque lo que si está demostrado era su cercanía a la Sociedad Thule. Por medio de Hess, Hitler conoció a muchos hombres influyentes como el geógrafo Karl Haushofer, del que Hitler escuchó por primera vez la teoría del Lebensraum o “espacio vital ”.
Otro destacado miembro del nazismo que pertenecía a la Sociedad Thule fue Alfred Rosenberg, uno de los ideólogos del nazismo. Rosenberg difundió por todas partes su exacerbado antisemitismo y promovió la publicación en alemán del famoso libro Los Protocolos de los Sabios de Sión. En su obra más conocida El mito del siglo XX, mezcla delirantes historias con una locuaz defensa de las ideas nazis.
Adolf Hitler estuvo rodeado de personajes influidos por las ideas ocultistas y seudo-históricas que contribuyeron a crear el mito de la Raza Aria y el odio visceral hacia los judíos. Nunca se pudo probar su pertenencia a ninguna de las organizaciones citadas, pero su influencia directa o indirecta es innegable. Lanz, von Lis, el librero Pretzsche, Hess, Röhm, Eckart o Rosenberg fueron influencias importantes en la formación del joven Hitler. Las palabras que Eckart pronunció poco antes de conocer a Hitler nos sorprenden: Necesitamos a un hombre que encabece el movimiento, un hombre que pueda soportar el sonido de las ametralladoras, Es necesario que la chusma sienta el miedo en las entrañas. No podemos utilizar a un oficial porque la gente ya no los respeta. El hombre más adecuado para este trabajo sería un trabajador que supiera hablar .
¿Fue Adolf Hitler el hombre que buscaban?

Publicado por Historia16. Octubre 2007
Mario Escobar Golderos

martes, 30 de octubre de 2007

El niño del pijama de rayas

EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS
de BOYNE, JOHN

PUBLICACIONES Y EDICIONES SALAMANDRA S.A.



Estimado lector, estimada lectora:

Aunque el uso habitual de un texto como éste es describir las características de la obra, por una vez nos tomaremos la libertad de hacer una excepción a la norma establecida. No sólo porque el libro que tienes en tus manos es muy difícil de definir, sino porque estamos convencidos de que explicar su contenido estropearía la experiencia de la lectura. Creemos que es importante empezar esta novela sin saber de qué trata.

No obstante, si decides embarcarte en la aventura, debes saber que acompañarás a Bruno, un niño de nueve años, cuando se muda con su familia a una casa junto a una cerca. Cercas como ésa existen en muchos sitios del mundo, sólo deseamos que no te encuentres nunca con una. Por último, cabe aclarar que este libro no es sólo para adultos; también lo pueden leer, y sería recomendable que lo hicieran, niños a partir de los trece años de edad.

El editor.

Con esta nota el editor mantiene el misterio que oculta el libro. Una visión nueva y fresca del holocausto y sus consecuencias en la mente y el alma de la humanidad. Pero también una historia de amistad, de tolerancia y amor.

La novela con un lenguaje sencillo, desde la perspectiva de un niño, describe el horror y la crueldad de una manera desgarradora pero sin jugar al morbo de otros libros sobre la persecución nazi.

Un libro para jovenes y adultos, hombres y mujeres, donde el hombre se reencuentra con la humanidad.

Muy recomndable!!!

Mario Escobar

domingo, 28 de octubre de 2007

Opúsculo Conspiración Maine

CONSPIRACIÓN MAINE de MARIO ESCOBAR GOLDEROS



Primer Capítulo

Cuando el tren se detuvo el oficial recogió el equipaje y caminó confuso entre los vapores. De vez en cuando se daba la vuelta y examinaba detenidamente a la variopinta fauna que rondaba por las noches la estación.Figuras harapientas se mezclaban con los pasajeros y algunas meretrices su surraban obscenidades a los caballeros encopetados. Los carteristas se movían con agilidad,introduciendo sus manos debajo de las capas y gabanes de los transeúntes despistados. Se escuchó un pitido y el bufar de una locomotora al ponerse en marcha y el oficial se alejó de la multitud y tras mirar alrededor,sacó de uno de los bolsillos de la chaqueta un pequeño papel amarillento. Las letras estilizadas no dejaban lugar a dudas,tenía que dirigirse a una calle llamada Del Pez ,una vez allí,alguien le llevaría delante del presidente. El aire frío de la noche le golpeó en la cara y se encogió dentro de su ligera chaqueta, acelerando el paso. A la entrada de la estación varias calesas esperaban a los viajeros rezagados. El joven oficial se dirigió a la primera y observó por un momento al cochero casi anciano que parecía dormitar bajo un grueso capote negro. En su sombrero podían observarse los reflejos del hielo que comenzaba a cuajar en la visera.

El oficial golpeó la calesa y se metió dentro mientras vociferaba el nombre de la calle. En el interior el aliento se congelaba antes de salir de la garganta,la capota protegía del cielo raso,pero por la parte delantera el frío penetraba dándole directamente en la cara.Una vez acomodado, abrió la maleta, sacó una bufanda y se la enrolló en el cuello. El martilleo de los cascos de los caballos y el bamboleo de la calesa fueron adormilándole,por primera vez se sentía a salvo.Durante el trayecto en tren no se había atrevido a dar ni una cabezadita;en la travesía por el Atlántico tampoco había dormido mucho, obsesionado porque alguien intentara robarle la carta. Cuando la calesa se detuvo,el conductor lanzó un gruñido y el oficial se despertó sobresaltado. Saltó al exterior y quedó en mitad de las sombras.Unos farolillos a lo lejos tintineaban bajo un cielo entre violeta y azul plomizo.La calle estaba desierta y el silencio era casi absoluto.Los edificios parecían tocarse en algún punto en el infinito,como árboles de un bosque encantado,con inmensas hojas blancas,que colgadas de las fachadas ocultaban la pequeña franja de cielo.Respiró hondo,se detuvo delante del portal y se cercioró de que nadie le seguía.Empujó un poco la verja de hierro y ésta cedió chirriante.El portal se encontraba completamente a oscuras.En el interior olía a orines mezclados con madera podrida.Comenzó a andar despacio,midiendo cada paso.Tropezó con el primer escalón y apoyándose en la pared comenzó a ascender muy despacio,escuchando los crujidos de la madera debajo de sus pies.Al llegar al rellano recorrió a tientas el descansillo antes de tocar algo que parecía madera.Llamó,escuchó unos pasos y la puerta se abrió lentamente con un chirrido,pero en el rellano sólo pudo distinguir una negrura que se dirigía a él en un susurro. Pase,rápido. Entró deprisa,dando un traspié.Al fondo advirtió una luz,y a su lado pudo oler el aliento a alcohol de su interlocutor que le animaba a pasar másadelante.Caminó hacia la luz y penetró en una sala grande que parecía vacía por la penumbra.Tan sólo se distinguía una mesa redonda,encima un quinqué y al lado dos sillas.


-Tome asiento.Estará cansado del largo viaje -dijo el hombre de la puerta,que lentamente empezaba a tomar forma a medida que se acercaba a la luz. El oficial permaneció de pie,con la maleta en la mano.Tenía un ligero dolor en los hombros y con el corazón acelerado logró con voz fatigosa dirigirse al hombre.-Gracias, pero me gustaría terminar con esto lo antes posible.-Entiendo.Mucha tensión para usted.No sé cómo han enviado a alguien tan joven.El oficial se irguió después de dejar la maleta en el suelo y torciendo el gesto contestó al hombre.-Por lo menos he llegado hasta aquí.Eso debería ser suficiente.-No se moleste.No quiero ser grosero,pero debido a la importanciade su misión,esperaba a alguien más...maduro. -Desconozco cuál es la misión,tan sólo sé que tengo que entregaruna carta.-La carta.No se preocupe ahora por la carta. Siéntese y tome algo antes de que nos marchemos -dijo el hombre sentándose.Después se agachó y puso una botella sobre la mesa.-Gracias,pero no quiero nada.Por favor,me gustaría salir cuanto antes.-¡Siéntese,maldita sea!¿Cree que la persona a la que vamos a darle su carta nos recibirá a estas horas? El oficial se sentó.Su cabeza comenzaba a pensar con claridad y concluyó que aquel hombre tenía razón.Ésas no eran horas de ir a ninguna parte.-Todos estamos un poco nerviosos,perdone mis palabras.-No se preocupe.Tiene usted razón. Su tranquilidad duró apenas unos segundos.Un repentino temor le invadió. Sus manos comenzaron a sudar y empezó a frotarlas contra el pantalón evitando la mirada del hombre. -No me ha preguntado la contraseña.-No hace falta.¿Quién iba a venir a estas horas? Sólo podía ser usted.Yo no esperaba a nadie más. El oficial se levantó bruscamente y dio un paso atrás,dejando que lasilla se estrellara contra las tablas de madera del suelo.El hombre se incorporó despacio y con un gesto le animó a que volviera a sentarse.-¿Por qué no me preguntó la contraseña?-preguntó el oficial con la voz entrecortada.-No sea chiquillo.Si quiere se la pregunto ahora.Dígame la contraseña.-Dígamela usted primero.-Por favor,¿es que se ha vuelto loco? El muchacho empezó a retroceder sin dar la espalda al hombre.
Tropezó con su maleta y estuvo a punto de caer de espaldas,pero logró recuperar el equilibrio en el último momento.Se dio la vuelta y comenzó a correr por el pasillo hasta chocar con la puerta.Buscó el cerrojo mientras escuchaba la voz del hombre cada vez más cerca.Abrió la puerta de un portazo y corrió escaleras abajo.Un sonido estrepitoso invadió el portal,tiró de la verja y corrió calle abajo.No sabía adónde se dirigía,pero pensó que lo mejor era alejarse de allí lo antes posible.Intentar que su pista se perdiera entre aquellas callejuelas.Mientras corría las ideas se agolpaban en su mente en forma de imágenes.El capitán dándole la carta,el viaje,aquel hombre.¿Adónde podía ir ahora? Había puesto la misión en peligro. Finalmente llegó a una gran plaza flanqueada por arcadas.Dudó unos instantes antes de salir a la luz y cruzar el inmenso espacio abierto,pero al final observó a lo lejos una cantina iluminada.Se dirigió hacia allí con la idea de preguntar por alguna gendarmería,pero apenas había dado unos pasos cuando dos hombres le abordaron.Mientras el más pequeño e inofensivo le cortaba el paso y se dirigía a él;el corpulento le golpeaba con una pequeña porra en la nuca.El oficial se desplomó al primer golpe.Entre los dos hombres le sacaron de la luz rápidamente y le introdujeron en una carroza.En ese momento,el primer rayo de sol atravesó el plomizocielo de Madrid y la gente comenzó a invadir las calles.El general Woodford atravesó con paso acelerado todas las salas ricamente decoradas y entró sin llamar en el despacho del secretario.Llevaba poco tiempo en la embajada,apenas seis meses,pero sabía que Young estaba a esas horas sentado en su mesa fumando un cigarrillo mientras leía el New York Times del mes anterior.-¡Esto es inadmisible!El embajador Lee y esos chupatintas de Washington me están dejando en evidencia.¿Para qué demonios me ha destinado aquí el presidente?Todo está decidido ya,me entiende Young. No tenemos nada que hacer en Madrid.-Tranquilícese señor -dijo Young al tiempo que se ponía de pie enseñal de firme.Hacía más de diez años que había dejado la Armada,pero cada vez que veía pasar al viejo general,no podía evitar ese comportamiento militar.-Siéntese,por favor.-¿Qué ha sucedido general?-¿Sucedido?-dijo el general sentándose.Después encendió un espléndido puro y no volvió a decir palabra hasta que la primera oleada de humo sacudió sus pulmones y arañó su rasposa garganta.-Primero fue la publicación de esas desafortunadas cartas del embajador español Duppoy en el New York Journal ;por si esto fuera poco,alguien ha ordenado que el torpedero Cushing recale en el puerto de La Habana.¡Eso es una maldita declaración de guerra!¿No cree?-General,todos sabemos que las hostilidades están a punto de estallar. Sólo es cuestión de tiempo. -McKinley no quiere la guerra.¡Me entiende!Cuántas veces tengo que repetírselo.Si el presidente deseara la guerra,puedo asegurarle que hacía tiempo que ésta habría empezado.Son esos malditos congresistas y sobre todo Roosevelt,ese condenado loco,el que está metiendo cizaña -dijo el general con la cara amoratada.-¿Roosevelt? El vicesecretario no tiene ningún poder.-Ese tipo domina a la secretaría.Long es un pusilánime,no tiene sangre en las venas.Roosevelt tiene el poder que le da Cabot y otros como él,que están deseando echar sus zarpas sobre la isla.-General,¿pero no es mejor que sean los nuestros los que se lleven el botín que los españoles?-dijo Young mientras doblaba el periódico y se ponía en pie.-El presidente opina que no es el momento.La Armada no está preparada y un descalabro militar puede afectar a nuestros intereses en Oriente. General,España ha encargado varios barcos a Inglaterra,dentro de poco será más fuerte.-No sea ridículo Young,tres o cuatro barcos no pueden cambiar nuestra suerte.Pero una actuación precipitada,sí.China está a punto de saltar por los aires,las tensiones entre Rusia y Japón no hacen más que crecer.Ahora debemos centrarnos en Oriente y McKinley lo sabe.-Nos defenderemos mejor en Oriente si Filipinas es nuestra -contestó Young mientras observaba cómo el cielo plomizo se iba convirtiendo poco a poco en azul intenso-Tal y como estamos ahora,sería una manera de regalar el archipiélago al Japón.No,querido amigo.No es tiempo de guerra. El general se levantó;su cara estaba ahora sonriente y sosegada,la charla le había devuelto a su habitual optimismo.
Con paso lento se alejó por el largo pasillo.Young le observó hasta que desapareció de la vista.Se acercó al perchero y después de colocarse el sombrero y el gabán,recogió un alargado bastón negro.Por su mente circularon varias imágenes,pero la que le hizo sentirse pletórico,fue la de imaginar al general huyendo despavorido hasta la estación de trenes para escapar de Madrid,tras declararse la guerra.Sintió el agua fría y su primera reacción fue levantar las manos y quitarse las gotas que le escurrían por la cara y le velaban los ojos,pero sus manos estaban atadas por detrás a una silla.Se sacudió en la silla pero todo fue inútil.Al levantar la vista contempló lo que parecía el contorno de un hombre corpulento.A su lado,otro individuo mucho más pequeño expulsaba una blanquecina nube de humo que rodeaba la lámpara y terminaba en su cara.Los dos hombres le miraron y cuando estuvieron seguros de que por fin había recuperado el conocimiento,acercaron sus caras a la luz para poder verle de cerca.-Por fin te has despertado,huevón.Teobaldo,llama al jefe -dijo el hombre pequeño con un marcado acento cubano.El hombre corpulento se enderezó y con pasos lentos se perdió entre las sombras.Una luz cegadora iluminó por unos segundos la estancia. El oficial sintió una punzada de dolor en los ojos y escuchó el sonido de una puerta al cerrarse. -Será mejor que te prepares para cantar todo lo que sabes.El jefe no tiene mucha paciencia -dijo el matón mientras mostraba unos dientes negros característicos de los masticadores de tabaco.El oficial permaneció callado.Apenas podía entender lo que había sucedido en las últimas semanas.Cuando se le pasó por la cabeza la posibilidad de morir sintió un escalofrío.Pero,¿qué podía decir a estos tipos? No sabía mucho.La verdad es que no sabía nada de nada.Un oficial superior le había dado una carta que tenía que dar al presidente Práxedes Mateo Sagasta.Un contacto le esperaría en una dirección previamente acordada y le llevaría ante el presidente.¿Qué más podía decir?Había guardado la carta con un temor reverente y no la había sacado del bolsillo interior del uniforme desde que su barco partió de Matanzas.Una duda le asaltó de repente.Zarandeó su cuerpo y esperó sentir el roce del sobre en la camisa,pero la carta ya no estaba allí.Notó un nudo en la garganta y ganas de echarse a llorar,pero tragó saliva y apartó la mirada de su carcelero.Apenas habían pasado unos segundos desde que el otro hombre se había marchado,pero a él se le hizo una eternidad.La luz intensa volvió a chocar sobre su retina y para cuando pudo recuperar la visión,enfrente de él había tres hombres.Uno de ellos no le era del todo desconocido.Nos volvemos a encontrar.Pensé que todo esto iba a ser más fáci-dijo el hombre y miró a un lado y a otro antes de agacharse y poner su cara a pocos centímetros del oficial.-Señor -dijo el oficial con un hilo de voz tan apagado que tuvo que repetir las palabras para asegurarse de que la voz salía de su garganta.-¿Sabe que...que está cometiendo un delito de alta,de alta traición? El hombre levantó de las solapas al oficial,zarandeándolo mientras gritaba.-¡Mira pedacito de mierda!Cada día me tomo un agua mona como tú y me meriendo una gualoja. Soldadito comemierda,de aquí no vas a salir hasta que me cantes misa en latín.¿Oíste?-bramó el hombre.Después de empujarle la silla rebotó y volcó para un lado.Varias patadas violentas terminaron en los costados del joven,que intentaba encogerse a pesar de encontrarse atado de pies y manos.-¡Levantadle!El dolor era insoportable,intentó pensar en otra cosa, pero los golpes comenzaron con más fuerza.Su mente se puso en blanco y comenzó a suplicar y gritar lo poco que sabía,pero los puñetazos no cesaron.Siguieron,cada vez más fuertes,hasta que comenzó a perder el conocimiento de nuevo.El carruaje se detuvo justo en medio del puente.La niebla era tan espesa que apenas podía verse la propia mano extendida hacia delante.Dos hombres sacaron un saco y torpemente lo llevaron hasta el bordedel puente.Con un gran esfuerzo lo zarandearon hasta que,en la última sacudida,lo soltaron a la vez.Unos segundos después escucharon el chapoteo del agua y con rapidez subieron al carruaje.El fardo se hundió poco a poco en el agua,pero de la boca entreabierta del saco se escapó una bufanda que comenzó a moverse por la corriente hasta enredarse en unas ramas.

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Novela Conspiración Maine

Novela: Conspiración Maine
Conspiración Maine



Dos agentes secretos, una periodista y un enigmático profesor tendrán que descubrir lo que se oculta tras el hundimiento del Maine.

Mario Escobar nos sitúa en 1898. Un acorazado norteamericano está anclado en el puerto de La Habana, pero una inexperada explosión lo hace saltar en pedazos...Las sospechas sobre quién es el causante de la catástrofe hacen que se cree un conflicto que llevará a Estados Unidos a convertirse en primera potencia mundial...Hasta aquí la historia y la versión oficial, pero...¿ocurrió realmente así?

Biografía: Guido von List

Guido von List: el padre de la Ariosofía y la mística nazi



Guido Karl Anton List, más conocido como Guido von List, nació el 5 de octubre de 1848 en Viena, falleció el 17 de mayo de 1919 en Berlín. Poeta, escritor y una de las figuras más destacadas de Viena
Autor de Das Geheimnis der Runen (El Secreto de las Runas), que es un estudio detallado de la Armanen Futharkh, formula su visión del mundo intelectual (tal como se realiza en los años comprendidos entre 1902 y 1908). Podríamos decir de él que es una introducción al resto del su trabajo y es ampliamente considerado como el trabajo pionero de la Escritura en el ocultismo moderno.
Biografía
Guido Von List nació en Viena, en el Imperio austriaco. Karl pertenecía a una familia de la próspera clase media vienesa. Su padre, un comerciante de artículos de cuero, había conseguido reunir una modesta fortuna. Su madre era Maria List. Creció en el distrito de Leopoldstadt de Viena. Al igual que la mayoría de sus colegas austriacos en ese momento, su familia era católica romana, y fue bautizado como "Guido Anton List", como un recién nacido en St Peter's Church en Viena el 8 de octubre de 1848.
En 1862 una visita a las catacumbas debajo de la Stephansdom (la catedral de San Esteban, en Viena), le causóuna profunda impresión. Él consideraba las catacumbas como un santuario pagano, anterior al cristianismo germano. Juró que cuando fuera adulto, construiría un templo a Wotan,. Este recuento que en el volumen 2 (páginas 592-593) de su libro Deutsch - Mythologische Landschaftsbilder:
A pesar de estas tendencias artísticas y místicas, se esperaba de Guido, que al ser el hijo mayor, siguiera los pasos de su padre como hombre de negocios. Al principio el acepto su futuro como comerciante, pero buscaba por todos lo medios desarrollar sus ideas místicas y su interés por la naturaleza. Realizó varios viajes por distintos parajes de Austria para satisfacer su pasión por el senderismo o el montañismo. Esta actividad parece haber desarrollado su misticismo.

Su padre murió en 1877, cuando él tenía 29 años. Parece que ni él ni su madre, tenían el agudo sentido de los negocios de su padre, y que sufrieron tiempos económicos difíciles List abandonó la empresa familiar para dedicarse a tiempo completo a escribir, en este momento todavía de una especie periodística.
Durante este tiempo escribió una lista de artículos para los periódicos, como la Neue Welt (New World), Neue alemanes Alpenzeitung (Nuevo Periódico alemán alpino), Heimat (patria), y la Deutsche Zeitung (Periódico alemán), que se refiere a su anterior viaje y Reflexiones sobre la mística Loci (tierra licores). Muchos de esos escritos fueron artículos periodísticos antológico en 1891 en su famosa Deutsch - Mythologische Landschaftsbilder. También había artículos aparecen en el Leipziger Illustrierte Zeitung, y sobre una base regular en el periódico Cajas Rundschau (Alemania Oriental Revista), de propiedad de los poderosos y publicista diputado Karl Heinrich Wolf. En este tiempo, también llegué a conocer bien Georg Von Schonerer, una de las principales figura de la política alemana Pan y miembro del Parlamento Imperial.
En 1878 la lista se casó con su primera esposa, Helene Föster - Peters.

El Origen de la Esvástica

Origen de la Esvástica
El origen de la Esvástica Nazi



La esvástica es una cruz cuyos brazos están doblados en ángulo recto, bien hacia la derecha, bien hacia la izquierda. El término proviene del sánscrito swastika, que significa ‘buena suerte’ (literalmente ‘forma bendita’). Geométricamente, sus 20 lados hacen de ella un icoságono irregular.

La esvástica es un monograma generado por la conjunción de las letras su astí (en idioma sánscrito su: ‘muy’, astíka: ‘auspicioso’) en caracteres ashoka (anteriores a las letras devanágari, que son las que desde hace varios siglos se utilizan en la escritura del sánscrito). Según algunos autores esto demuestra que el símbolo no fue creado en esta era, sino aproximadamente en el siglo V aec. Aunque los vaisnavas (vishnuitas) dicen que la esvástica está eternamente dibujada en una de las cuatro manos de Dios. Otra probabilidad de su significado se trata que cada "cabeza" o "brazo" pueda representar a uno de los cuatros elementos, uniéndolos así en plenitud.

La esvástica aparece en la iconografía, el arte y el diseño a lo largo de la historia de la humanidad, representando conceptos diversos como la suerte, el Brahman, el concepto hindú de samsara (reencarnación) y también a Sūrya (el dios del Sol). En principio la esvástica se usa como símbolo entre los hindúes. Se menciona por primera vez en los Vedas (las escrituras sagradas del hinduismo), pero su uso se traslada a otras religiones de la India, como el budismo y el jainismo.

Una creencia occidental moderna, probablemente apócrifa, sostiene que sólo la esvástica con brazos doblados hacia la derecha es una marca de buena suerte, mientras que la esvástica de brazos doblados hacia la izquierda representa un augurio nefasto. Incluso algunos occidentales la han nombrado arbitrariamente sauwastika, lo cual desde el punto de vista de la etimología sánscrita es un adefesio. No existen pruebas de esta distinción en la historia del hinduismo de la que proviene el símbolo y, no obstante la versión más corriente es la esvástica dextrógira, los hindúes de la India y Nepal siguen usando el símbolo en sus dos variantes por mor de. Los budistas casi siempre emplean la forma levógira. A principios del siglo XX el Nazismo adoptó la cruz esvástica como emblema y —a raíz de la Segunda Guerra Mundial— en Occidente se identifica mayoritariamente como un símbolo exclusivamente del Tercer Reich, desconociéndose prácticamente su uso pre-nazi.

ARTÍCULO WIKIPEDIA

Publicado por marioescobar @ 20:14 Sobre los nazis 0 Comentarios Enviar

¿Qué es la Arisofía?

¿Qué es la Arisofía?

Madame Blavatsky
La Ariosofía fue fundada por Guido Von List basado en una interpretación germanista de la Teosofía de Mme Blavatsky. La organizaciones más representativas de este movimiento fueron la Sociedad Armánica de Marby y Hermandad Thule (Vinculada al Partido Nazi).

Este movimiento espiritual fue el precursor del tendencia esotérica dentro del Nazismo y las SS. La Ariosfía es una interpretación desde el Esoterismo de los antiguos paganos germanos. Sin embargo tiene mucho más en común con movimientos de la New Age ya que ambos movimientos tienen intereses comunes, el cual hablan de las Pirámides, el Yoga, los Ovnis, Cátaros, Templarios.... que el movimiento Neo Pagano que habla de tradiciones populares, espiritualidad con la naturaleza y compromiso social. Para la mayoría de los paganos los consideran lo más vergonzoso, ya no solo por sus ideas Neo Nazis, Autoritarias y Racistas, sino porque han mancillado y manipulado la Antigua Tradición para fines perversos. Los seguidores de esta tendencia se autoproclaman como Odianos. Paradójicamente, la Sociedad Armanem fue prohibida por el régimen y su fundador, Marby fue mandado al campo de Concentración de Dachau

¿Qué se oculata tras el desastre de 1898? Historia16

¿QUÉ SE OCULTÓ TRAS EL DESASTRE DEL 1898?
1898, EL DESPEGUE DE ESTADOS UNIDOS COMO POTENCIA MUNDIAL

En 1898 Estados unidos todavía no era una potencia mundial, aunque ejercía un liderazgo claro en América. La experiencia de la Guerra de Cuba terminará de catapultar a la joven nación entre las grandes potencias. Pero, ¿qué sucedió realmente en La Habana el 15 de febrero de 1898? ¿Utilizó Norteamérica la supuesta agresión para legitimar su intervención en Cuba?

La política internacional de los Estados Unidos tras su Guerra Civil se centró en consolidar su posición en la región. La próspera economía norteamericana se afianzaba poco a poco y necesitaba nuevos mercados que conquistar y materias primas baratas para sus manufacturas. México, Costa Rica y Honduras fueron los primeros países en recibir una fuerte inversión norteamericana. Mientras que en México se fortalecían las empresas mineras, petroleras, ganaderas y de infraestructuras, la poderosa United Fruit Company tendía sus tentáculos por todo Centroamérica; en Cuba la producción de azúcar pasó a manos de empresas yanquis. La doctrina Maham dotaba de una nueva visión geopolítica a la actuación exterior de los Estados Unidos.
En 1897 se pudo observar el primer cambio en la política de hegemonía que desde Washington quería imponerse a todo el continente. La mediación de los Estados Unidos en la crisis entre Venezuela y los Gran Bretaña por la cuestión de límites fronterizos en La Guayana, consolidó su fuerza en la región. El conflicto se solucionó y el éxito animo a los Estados Unidos a participar más activamente en los asuntos de la región.

La política exterior norteamericana en América se completó con el intento de manipulación del Panamericanismo, que en las últimas décadas había vuelto a resurgir entre ciertas clases sociales de diferentes países. Desde 1826 se habían celebrado varios congresos, pero fue en el 1888, cuando el Congreso de los Estados Unidos propuso que la próxima reunión se celebrara en Washington. Fueron muchas las voces que se levantaron en contra de este intento de manipulación norteamericano, pero al final se celebró 1889 en la capital norteamericana.
Mientras tanto, Estados Unidos seguía extendiendo sus intereses económicos por Chile y Argentina, convirtiéndose en poco tiempo en uno de los mayores inversores extranjeros en estos y otros países Sudamericanos.

Cuba sufría una larga guerra civil que comenzaba a afectar los intereses de los Estados Unidos, animados más que nunca a comprar la isla a los españoles. No era la primera vez que los ojos de los norteamericanos se posaban sobre las islas de Cuba y Puerto Rico. Desde la formación de Estados Unidos muchas habían sido las voces que pedían la anexión de las islas, ya fuera por la fuerza o negociando su compra. En 1762, La Habana fue ocupada por una fuerza conjunta de norteamericanos, todavía súbditos de su majestad, y fuerzas de Gran Bretaña. La capital volvió a recuperarse tras el Tratado de París. De los numerosos intentos de compra e invasión de la isla hay que destacar los protagonizados por el venezolano Narciso López, creador de la bandera cubana y cara visible de los intereses del famoso Club de La Habana. Los intentos de compra fueron numerosos, el último se produjo pocas semanas antes de que comenzara la guerra entre España y los Estados Unidos.
¿Por qué los Estados Unidos no intervenían en Cuba como lo habían hecho en otros países?

La intervención armada en Cuba no estaba exenta de dificultades. A pesar de que la opinión pública, animada por los amarillistas periódicos de Hearst y Pulitzer, estaba a favor de una acción armada, el presidente norteamericano McKinley sabía que los países europeos no verían con buenos ojos el ataque frontal a una potencia debilitada como era España. A pesar de todo, McKinley decidió enviar un buque de guerra a La Habana, el Maine, para presionar al gobierno de Sagasta y conseguir así la compra de la isla, terminando con una gran sangría económica y humana para su país. Al mismo tiempo, el general Woodford negociaba en Madrid con una reina cansada, que estaba apunto de ceder la soberanía de las islas y terminar con la crisis política de los últimos años.
¿Qué podía decidir a España a vender Cuba y Filipinas? ¿Cómo podía conseguir el gobierno de McKinley que una intervención de los Estados Unidos no pareciera una agresión directa?
Mandar un buque de guerra a un puerto hostil era la forma más fácil de que un accidente o algún tipo de disturbios terminaran por provocar una crisis diplomática. El embajador norteamericano Lee lo sabía y no dudo en pedir a la Secretaría de Marina que enviara un buque para defender los intereses norteamericanos. Pero los días pasaron y los españoles se guardaron de crear cualquier conflicto diplomático. Tan sólo dos días antes de que el Maine abandonara La Habana, en la noche del 15 de febrero, el buque estallaba misteriosamente.
Las decenas de teorías que han intentado explicar uno de los misterios bélicos sin resolver más antiguos de la historia contemporánea, sólo han conseguido contribuir más a la confusión.


La política exterior norteamericana desde 1898 ha repetido el modelo de “nación agredida” en los momentos claves de su historia. El caso del ataque a Peart Harbourt por los japoneses en la segunda Guerra Mundial, que sacó a los Estados Unidos de su política de neutralidad o el más significativo del golfo de Tonkín de 1964, por el que el Congreso de los Estados Unidos aprobaba la intervención en Vietnam, nos muestran dos ejemplos del modelo de “nación agredida” que se ve avocada a la guerra, pero no son los únicos. El caso de los barcos Lusitania y el Sussex, donde numerosos ciudadanos norteamericanos perdieron la vida, llevó al presidente Wilson a plantear un ultimátum a Alemania. En 1917, el hundimiento de un mercante estadounidense con toda su tripulación provocó la declaración de guerra. En los últimos años Estados Unidos ha utilizado un nuevo sistema de guerra defensiva denominado “guerra preventiva”, por la que Washington puede propiciar un conflicto para evitar una amenaza contra su país o países amigos.
¿Esto quiere decir que los Estados Unidos hundieron su propio buque de guerra asesinando a decenas de marineros, para provocar la guerra con España?
Los norteamericanos, con toda probabilidad, no hundieron el Maine, o por lo menos, si tuvieron algo que ver en su hundimiento, nunca pensaron que el número de victimas iba a ser tan elevado. Un accidente o un sabotaje fueron las causas probables del desgraciado incidente. Philp Alger, el principal experto de artillería de la Marina, realizó unas declaraciones en el Washington Evening Start en las que afirmaba que las explosiones de los pañoles, por el contrario, producen efectos muy similares a los causados por la explosión a bordo del Maine...La causa más común (de dichas explosiones) es un incendio en las carboneras.
La utilización del Maine como una excusa para la intervención armada en Cuba, Puerto Rico, Filipinas y otras islas del Pacífico, inscribía a los Estados Unidos en una nueva forma de hacer política exterior. La utilización de la agresión como legitimación de sus deseos intervensionistas.

Mario Escobar Golderos. Escritor, licenciado en Historia y Diplomado de Estudios Avanzados por la Universidad Complutense de Madrid

Los vikingos en América: Gudrid, la primera mujer en América



Los vikingos en América: Gudrid, la primera mujer en América
Gudrid. La primera mujer en América


La participación de la mujer en la historia de los viajes de exploración está todavía por escribirse. Las mujeres vikingas fueron pioneras a la hora de acompañar a los hombres en sus numerosos viajes. Pero su labor no fue secundaria, mujeres como Gudrid o Freydis, hija natural de Eric el Rojo, aportaron su audacia a la empresa exploradora de América

En el año 986, Bjarni Herjolfsson se dirigía de Noruega a Islandia con su barco repleto de mercancías, pero al llegar a la isla, se enteró de que su padre había abandonado sus tierras para dirigirse a la recién colonizada Groenlandia. Bjarni retomó un nuevo rumbo y, sin conocimientos previos, se lanzó a la búsqueda de su familia. Al cabo de una singladura divisaron unas tierras extrañas, poco montañosas y primordialmente forestales. Sin tomar tierra siguió navegando con viento suroeste hasta que logró recalar en Groenlandia.
De una manera casual, Bjarni había descubierto un nuevo continente. En la Groendanlinga Saga se ha conservado el testimonio de este vikingo, que no quiso ser el primero en poner el pie sobre América. No tardó mucho en narrar su asombroso viaje y su inesperado descubrimiento a Erik el Rojo. Leif, hijo de Erik el Rojo, compró a Bjarni su nave y con una tripulación de treinta y cinco hombres se dirigió a las nuevas tierras. La primera costa descubierta fue bautizada con el nombre de Markland, “tierra de bosques”. Los hombres de Leif se internaron por un río hasta un lago y permanecieron allí un invierno. Tras el descubrimiento de viñas y uvas, Leif denominó a aquellas tierras Vinlandia, Tierra de Vino.
En el viaje de regreso, Leif encontró a unos hombres perdidos sobre unos arrecifes. El jefe de los náufragos se presentó como Thoir, junto al viajaban quince hombres y una mujer, su esposa Gudrid. Una grave enfermedad diezmó aquel invierno a Thoir y a sus hombres, costándole la vida al propio Erik el Rojo.
Thorvald, hermano de Leif, decidió emprender una nueva expedición con treinta hombres. Thorvald tuvo el primer encuentro con los habitantes de Vinlandia y tras un enfrentamiento murió en las tierras recién descubiertas.
Otro de los hermanos de Leif, Thorstein Eriksjord, había tomado por esposa a la viuda Gudrid. Tras la muerte de su hermano Thorvald, Thorstein decidió ir en busca de su cuerpo. Tomó una nueva tripulación y junto a Gudrid navegó hacia Vinlandia. En el viaje sufrieron todo tipo de contratiempos y, tras varias jornadas en el mar, apenas habían bordeado la zona occidental de Groenlandia. Volvieron a la costa e intentaron comprar provisiones. Fueron recibidos por Thorstein el Negro, que les ofreció su casa y comida. Pero una nueva plaga diezmó a la expedición y fallecieron muchos de los hombres y Grimhild, la esposa de Thorstein el Negro. El marido de Gudrid, Thorstein Eriksjord, también cayó enfermo y murió.
En la Groendanlinga Saga se narra como su segundo marido, Thorstein Eriksjord, profetizó el futuro de es esposa y su viaje a Roma. Este breve relato nos muestra la importancia de Gudrid en la Groendanlinga Saga.
Gudrid regresó a Groenlandia junto a la familia de su esposo sin haber conseguido el propósito de viajar a Vinlandia. Leif la acogió en su casa y la protegió. Aquel mismo verano, el capitán de una nave Noruega recaló en Groenlandia y se quedó prendado de la belleza de las dos veces vida Gudrid. Thorfinn Karselfni, que así se llamaba el pretendiente, se prometió con Gudrid y se casaron al invierno siguiente. Al llegar el buen tiempo, Karselfni se hizo cargo de una nueva expedición a Vinlandia. Con una tripulación de sesenta hombres y cinco mujeres, entre las que estaba Gudrid, salieron rumbo a las “nuevas tierras”.
Tras una larga travesía llegaron a Vinlandia y después del invierno entraron en contacto con los habitantes de las “nuevas tierras”. Al principio mantuvieron una cordial relación comercial con ellos, pero los vikingos, temerosos de los indígenas, construyeron una empalizada. Aquel verano, Gudrid dio a luz a su hijo Snorri, el primer europeo nacido en América.

En la segunda visita de los indígenas surgieron problemas y los vikingos tuvieron que enfrentarse a ellos. En la primavera abandonaron Vinlandia y se dirigieron a Noruega, para escapar de los ataques de los indígenas. Tras una breve estancia en Noruega, Karselfni y su esposa Gudrid se instalaron en Islandia. Allí nos narra la Groendanlinga Saga que tuvieron un gran número de hijos. Tras la muerte de Karselfni, Gudrid y su primogénito se hicieron cargo de las tierras. Snorri se casó y Gudrid realizó un viaje de peregrinación a Roma. Después de se regreso, Gudrid se ordenó monja de clausura y murió en Islandia.
De su hijo Snorri son originarios buena parte de los obispos de la isla como es el caso del obispo Brand o el obispo Thorlak.
El relato de la vida de Gudrid y su primer viaje a América no se recoge tan sólo en la Groendanlinga Saga. En la Eríks Saga Rauda, donde se narra la historia de Erik el Rojo y sus descendientes, se menciona en varias ocasiones a Gudrid, describiéndola como”una mujer hermosa que se distinguía en todo lo que hacía y era”. La Eríks Saga Rauda describe además los primeros años de Gudrid y la boda con su primer marido. Al mismo tiempo se relata la conversión al cristianismo de Gudrid, al referirse a un episodio en el que ésta tuvo que deshacer un conjuro en contra de su voluntad. Al final de la Eríks Saga Rauda el autor aporta una genealogía en la que se incluye él mismo.
La Hauksbók Saga narra la vida de Karselfni y Gudrid y su primer viaje a América. En esta saga se habla de otra mujer principal que viajó con ellos, Freydis, mujer de Thorvard e hija natural de Erik el Rojo. En una segunda expedición Freydis viajó a Vinlandia junto a su esposo y dos capitanes de Karselfni. Acordaron llevar dos barcos con treinta hombres cada uno y varias mujeres, pero Freydis ocultó a sus socios que llevaba cinco hombres ocultos. Una vez en Vinlandia, engañó a su marido y le hizo creer que los dos capitanes habían intentando abusar de ella. Thorvard y sus hombres masacraron a los tripulantes del otro barco, pero no se atrevieron a tocar a las mujeres. Freydis, como no quería testigos de su crimen, mató con sus propias manos a todas ellas. De esta manera, la hija de Erik el Rojo se quedó con la carga de los dos barcos.
La historia de Gudrid y Freydis nos muestra como la mujer tuvo un papel activo en la expedición y descubrimiento de América. Gudrid fue admirada por generaciones de islandeses y groenlandeses que narraban sus hazañas y su viaje de peregrinación a Roma. La perfidia de Freydis, su astucia y arrogancia, nos muestra una mujer muy alejada de los estereotipos de esposa y madre. Dos mujeres que tan sólo son una ejemplo del aporte femíneo al descubrimiento y colonización del mundo.

Mario Escobar Golderos, licenciado en Historia, Diplomado en Estudios Avanzados y escritor.
CUADRO: Viaje de Gudrid a Roma.
Durante décadas se ha discutido sobre la verosimilitud del viaje de peregrinación de Gudrid a Roma. Los viajes de los pueblos nórdicos por el mediterráneo fueron numerosos y las peregrinaciones no eran algo tan extraño, como en el caso de Bjorn Einarsson Josanalfari, que viajó a Jerusalén en el siglo XIV. La mayor parte de los historiadores modernos dan credibilidad a este hecho (Eben Norton Horsford, Leclercq, Gravier, entre otros). Gudrid visitó Roma en una época turbulenta, a principios del siglo XI, cuando los Otones enfrentados a los bizantinos ponían y quitaban papas a su antojo. El Papa Benedicto VIII debió recibirla en su corte en el año 1011, y con toda probabilidad Gudrid le describió las “nuevas tierras” descubiertas.

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Mario Escobar

Fecha de nacimiento: 23 de junio de 1971. •



Profesión: Director de promoción de la ONG internacional: The leprosy Mission Spain.
• Otras ocupaciones: Director de la asociación cultural: Historia y Debate. Director de la revista Historia para el Debate. Columnista del periódico virtual Protestante Digital.
• Estudios Académicos: - Licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid. - Poseedor del titulo DEA (Diploma de Estudios Avanzados) por el Departamento de Historia Moderna de la Universidad Complutense. En la actualidad escribo mi tesis en dicha universidad.

• Libros publicados:
Novelas.
- Conspiración Maine, Nowtilus, Madrid, 2006.
- El Mesías Ario, Factoría de Ideas, Madrid, 2007.
Libros de Historia y diccionarios:
-Felipe II: política religiosa nacional e internacional, Editorial: Comunidad Autónoma de Madrid. Madrid, 2001. Obra de Historia de carácter divulgativo.
-Protestantismo en 100 palabras, Editorial CEM, Madrid, 2005. (Participación) -Martín Luther King, Editorial Andamio, Barcelona, 2006.
- Nuevo Diccionario Ilustrado Historia de la Iglesia, CLIE, Madrid, 2007. (Pendiente publicación).

• Artículos publicados:
-Casiodoro de Reina: el Lutero español, Historia 16, Marzo del 2003. -Portugal: Una ambición española, Historia 16, Enero del 2005.
-La conspiración del Maine, Historia 16, Mayo del 2006.
-Gudrid, la primera mujer en descubrir América, National Geographic Historia, Septiembre del 2006.
• Docencia:
- La Reforma y el siglo de Oro, Historia Moderna de España, Profesor invitado por la profesora Doctora Elisa Martínez Vega, en la Universidad Complutense de Madrid. Año 2004.

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El Mesías Ario Madrid, verano de 1914. Varios profesores se han automutilado en la Biblioteca Nacional y dos agentes, Hércules Guzmán Fox y George Lincoln, tienen que averiguar por qué lo han hecho. Todo parecer tener relación con un enigmático libro traído a Europa por Vasco de Gama en su primer viaje a la India. Ambos deberán emprender una vertiginosa carrera que los lleva de una clave a otra, descifrando mensajes ocultos durante siglos. Un rompecabezas que deberá resolverse antes de que Europa entre en guerra y las profecías se cumplan. Mario Escobar es autor de Conspiración Maine, uno de los libros más vendidos del 2006 y cuyos derechos para el cine ya han sido adquiridos. El Mesías Ario es otro trepidante thriller histórico que hará dudar a muchos sobre la verdad de la historia que nos han enseñado.